La Psicoterapia Integradora Humanista no pone la prioridad en los diagnósticos. Se pretende que la persona coja un rol activo en el proceso terapéutico, y se pretende llegar a un acuerdo entre dos iguales desde el acompañamiento. Por este motivo, el espacio físico también es más cálido, no hay mesas, y las dos personas están al mismo nivel.
 
En Psicoterapia Integradora Humanista no se habla solo de conductas, cogniciones o impulsos, sino que se introduce el cuerpo, la intuición (teniendo en cuenta los dos hemisferios cerebrales), la emoción, los valores, la ética, los sistemas familiares, la espiritualidad, la realidad social y la cultura.
 
En Psicoterapia Integradora Humanista se utilizan técnicas de diferentes modelos y se tiene en cuenta la individualidad de cada persona, tratándola, con el máximo respeto. Se prioriza crear un entorno seguro y de confianza que permita avanzar en el proceso terapéutico.
 
Desde el enfoque Humanista Integrador, es importante adaptarnos a las necesidades y al momento vital de cada persona. Somos conscientes que a veces, llegan personas, en busca de «ayuda» y, atendemos a su demanda inicial. Sin embargo, a medida que avanza el proceso terapéutico, este rol suele cambiar, y la persona suele sentirse empoderada para dejarse «acompañar» y tomar un papel activo que le permite llegar a sus objetivos.
 
Ana Gimeno (creadora de este modelo, junto con Ramon Rosal) explica muy bién el cambio terapeútico en Psicoterapia Integradora Humanista:
 
«El cambio terapéutico seria el resultado de una aventura que sucede en medio de una selva interior y que emprenden dos expertos (el terapeuta, experto en cambios psicológicos, y el cliente, experto en sí mismo) a raíz de la demanda de auxilio de éste último. El cliente puede que se encuentre perdido y necesite un guía que le ayude a elegir el camino correcto, porque los que emprende no le llevan al lugar que desea (distorsión). Puede que haya caído en una trampa y no pueda moverse (bloqueo). O puede que vaya y venga sin sentido, vagando sin avanzar (dispersión). A través de un encuentro colaborador (relación terapéutica), ambos van explorando y dirigiéndose hacia el lugar que el cliente desea.  El terapeuta acompaña, enseña mapas, diseña estrategias, libera de trampas (trabajos vivenciales, principalmente) y le indica lugares donde excavar en sí mismo para encontrar los recursos que necesita para llegar a buen destino. Si el proceso tiene éxito, el cliente podrá acceder al lugar que deseaba, acompañado por el terapeuta, ambos enriquecidos por esa experiencia tan peculiar como es el encuentro profundo entre dos seres humanos, y habrá aprendido a conocer, comprender y amar su propia selva, y a viajar sin problema por ella».

Si necesitas psicoterapia integradora humanista no lo dude y contacte con nosotros

Si necesita un profesional de la psicoterapia, contacte con Respira Psicología en Tarragona u online. Opciones de terapia presencial u online.

ca CA en EN fr FR es ES
Abrir chat
Escanea el código
Hola,
¿Tienes preguntas sobre la terápia en Respira Psicología?